miércoles, 5 de noviembre de 2008


Primero recorreré tu espalda con mis manos. Relajaré cualquier duda con un masaje que empiece en tu cuello y recorra tu cuerpo por completo suave y firmemente, para que no te confíes demasiado. Cuando tu rostro refleje la calma comenzaré un nuevo masaje, esta vez con mis labios. Suaves, acariciarán tu piel marcando los caminos por los que no me esperas, hasta que la lengua, juguetona, comience a lamerte para hacer más húmeda la tarde. Te susurraré palabras inesperadas que ericen tu piel, mientras mis manos siguen escribiendo el deseo en tu cuerpo.


Cuando no puedas más, dejaré que te gires a mirarme para agarrar mi cintura y acercar tus labios a los míos. Pero no te besaré. Morderé la jugosa carne oscurecida por las ganas y marcaré con mi lengua el inicio de tu boca. Mientras te saboreo rodaremos sobre la cama y me sujetarás firme, para recorrerme con calma. Empezarás en mi boca para ir bajando. Jugarás con mis pezones y dibujarás círculos imposibles en mi tripa, mientras tus manos se deslizan a mis piernas para abrirlas y continuar tus besos hacia abajo. Saborearás con fruición cómo me derrito hasta llevarme al éxtasis.

Pero no estaré cansada. Subiré sobre tu cuerpo para mirarte a los ojos mientras mis manos te recorren, mis piernas te rodean y dejo que entres en mí para acunarme con el baile más antiguo del mundo. Lento al principio hasta acompasarnos en gemidos de placer. Te apretaré en mi interior para que sientas la presión del deseo y tu excitación alcance el cielo.

Cuando creas no poder darme más, rodaré a tu lado, acariciaré tu pecho, me acurrucaré en tus brazos y comenzaré de nuevo mi recorrido por tu cuerpo para volver a llevarte a lo más alto.

Imagen de Bernardo coelho, extraída de www.olhares.com

2 comentarios:

Baile Antiguo dijo...

Mmm. Hay algo que me suena... :P

Dulce Satén dijo...

Lo sé, tomé un préstamo... El resto, todo mío :P